Yo
me escapo toda herida
de
centenares de lluvias.
He
recogido mis banderas
del
barro en donde las dejaste.
He
enterrado mis ciudades,
he
escondido la escultura de mi cuerpo
para
que no la destruyas.
He
dormido con los ojos abiertos
y
mis alas prontas
a
emprender la fuga.
He
gemido de dolor bajo tu cuerpo
mi
yo se ha ido sin mí
desde
tu alero.
Yo
me escapo de la sombra de tu puño
quiero
huir de tu espacio de quebrantos
para
liberarme de tus proyectiles de espermios
que
me siguen, que me acosan,
que
me punzan, que me muerden,
que
me succionan, que me besan,
que
me lamen, que me abrazan,
para
lograr habitarme,
y
apoderarse de mi mente y de mi cuerpo
para
siempre.
en Kümedungun / Kümewirin:
Antología poética de mujeres mapuches (siglos XX-XXI), 2010
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