lunes, marzo 11, 2013

"A Coré", de Jorge Teillier





Hay una puerta labrada.
Miramos por la cerradura
y aparece un niño
semejante a todos nosotros,
mensajero del País de Irás y No Volverás
con el último “Peneca” en las manos.
(Lejos se oye el galope fantasmal de Herne el Cazador,
los cantos de los duendes en los bosques, las olas
rompiéndose contra la balsa de Robinson Crusoe...)
Y en el fondo de la casa sin muros del recuerdo
seremos otra vez los niños
que van a abrir el cofre
donde está el tesoro que creíamos perdido.







en Para un pueblo fantasma, 1978























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