domingo, marzo 10, 2013

“Temblor”, de Luisa Johnson









En noches desveladas,
las murallas de adobe oscuro
se deshilachan en mi cuarto;
pienso, un temblor
puede alzarlas en un árbol de polvo
arrollándolas conmigo;
también pienso,
a pesar que la muerte nos acecha
cada día más cerca,
ya no tengo amigos
pues no hay donde sentarlos
ni vino que ofrecerles,
tampoco conversación para darles
sin una maldición:
no me quedan alegres risas
de tierra recién mojada.

Pero siempre, a pesar de todo,
aunque sea por fin tarde
llega el sueño.




en Horario de caracol, 1963
















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