Seis fragmentos
circulamos entre una eclosión de imágenes estériles
a través de miradas que refractan la esterilidad
así estamos
como si el silencio nos dijera algo
armando y desarmando el hilo de Ariadna
siguiendo apenas un reflejo latente
en el laberinto de espejos
los ojos son los únicos aún capaces
de contener un grito
la poesía transita en la incertidumbre de permanecer errante las palabras circulan unas tras otras, proliferando en el fastidio, a la espera de un sentido o reclamando un sentido más potente pero pese a la precariedad, cuando la poesía se escribe no deja otra alternativa que continuar
el fulgor de un instante sólo puede ser atrapado en su derrota
no hay angustia y dolor si no es en la periferia
Publicado por Altazor, 2005
y por Provincianos Editores, 2020
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