Inicio de la adaptación dramática de la obra en décimas, por Florencia Martínez
Roberto: Un relato de memoria, un once por la mañana. Masacre má inhumana no ha registrado la historia. Avione sin paz ni gloria volaron a La Moneda. La desploman como greda, con bombas y metralleta, se pusieron má jinetas los pacos en La Moneda.
(Pausa)
Los tanque con sus cañone, atacan las cuatro punta. La cagá dejó la junta con sus maldito avione. Se enlutan los arrebole con el humo de metralla. Jugaron a la payaya con el pueblo los bribone. Tiritan los corazone al ver a estos canalla.
(Pausa)
Caen las cuatro punta, el pueblo no se defiende, en La Moneda está Allende, bombardeando está la junta. Con los cañone de punta hacen fuego los maldito. No se salvan los má listos, los paisano, ni los curas, la sangre es la basura que dejaron los concripto.
(Pausa)
Hacen tira la Moneda, los tanque tan disparando! Mendoza, Leigh, bombardeando al solitario que queda. Es Allende que da prueba, que recuerden los obrero, Mendoza es un rastrero, es un pobre monigote con la mierda hasta el cogote, te verán perro faldero!
(Pausa)
A la diez de la mañana arde por las cuatro punta. Ardió Troya con la junta, al repique de campana. Esa maldita mañana la tenemo muy presente. Llegan a picar los diente, los pelo están como cerda, Chile ya se fue a la mierda, se lo llevó la corriente.
Parte II
La calle
Vecina: ¡En la Nueva Matucana hay operación peineta!
Roberto: ¿Están tocando retreta a las tres de la mañana Los sacan desde la cama, con las lluvia torrenciale. Los tratan como animale a todos los pobladore. Estos caimane traidore, ratone de los zorzale.
El dina: ¡Al hombre las escopeta! Los rifle están de reserva. Que se vayan a la mierda, infelice comunistas! Si todo son extremista, pasémoslos por las arma. Vaya teniente con carga a matar a los indigente. Brille el sol de oriente a la sei de la mañana.
Roberto: En la población la Victoria matan todo mis hermano. Niños, jóvene, ancianos, los sepultan en las noria. Estoy perdiendo la memoria, se me rompen los cristale. Son las primera señale de milicos y marinos, guiados por mal camino, corazones de chacale.
(Pausa)
El cielo está llorando al ver tanta injusticia que comete la milicia, los corazone sangrando; niños, viejos tiritando, imploran en los altare, tengan piedad militare ¿no saben que son hermano?
Milico: ¡Somo rey y soberano cantare de los cantare!
Roberto: Los grito parten el alma, al cielo los ojos fijo.
Publicado por las Ediciones de la Biblioteca Nacional, 2021
Contribución a DscnTxt de Tomás Harris,
director de Ediciones de la Biblioteca Nacional
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