Aferrada a la tierra
voy por el río
descubro los tonos del verde y azul
la pericia de esta mujer
de manejar el bote río arriba
gritarle al viento y desafiarlo
busco en ella a Simona
india de piel y pelo,
celosa leona,
de ojos fijos sobre el fotógrafo
brava y ausente
tan bravucona
puede ser la abuela matrona del bote
la Mayagna que me conduce
sobre el verde Wawashang
donde otras de mi raza
de legendaria tristeza
ardieron en fiebre
parieron como conejas
y sobre estas aguas
no soñaron con abrazar muñecas rubias.
Soy el río con ella
la Mayagna
que me habla en silencio
sobre los niños del río Kum Kum,
que lloran bajo el agua,
abrazan raíces en la noche engrillada
y espían truenos.
Soy agua
que habla el lenguaje de los árboles
india Mayagna,
nieta de hija de india
india hija de india
que amarra su pelo a los troncos,
y come carne de Danto, cuzuco y congo
sobre el río
entre los límites del cielo.
en La casa de fuego, 2008
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