I
Inmensidad criminal
agrietada vasija de la inmensidad
ruina sin límites
inmensidad que me abruma blanda
yo, blando
el universo es culpable
la locura alada mi locura
desgarra la inmensidad
y la inmensidad me desgarra
estoy solo
ciegos leerán estas líneas
en interminables túneles
caigo en la inmensidad
que cae dentro de sí
más negra es que mi muerte
negro es el sol
la belleza de un ser es el fondo de las cavernas
un grito de la noche definitiva
lo que ama en la luz
el escalofrío que la hiela
es el deseo de la noche
miento
y queda clavado el universo
en mis mentiras dementes
la inmensidad
y yo
nos descubrimos uno a otro nuestras mentiras
la verdad muere
y grito
que la verdad miente
mi cabeza azucarada
que agota la fiebre
es el suicido de la verdad
el no-amor es la verdad
y todo miente en la ausencia de amor
nada existe que no mienta
comparado al no-amor
el amor es cobarde
y no ama
el amor es parodia del no-amor
parodia la verdad de la mentira
el universo un suicidio alegre
en el no-amor
la inmensidad cae dentro de sí
sin saber qué hacer
todo está en paz para otros
los mundos giran majestuosos
con monótona calma
está en mí el universo como en sí mismo
ya nada de él me separa
me enfrento con él dentro de mí
en el calmo infinito
al que las leyes lo encadenan
se desliza hacia lo imposible inmensamente
horror
de un mundo que gira sobre su eje
el objeto del deseo está más allá
la gloria del hombre consiste
por grande que sea
en desear otra
estoy
está conmigo el mundo
expulsado fuera de lo posible
no soy sino la risa
y la noche pueril
donde cae la inmensidad
soy el muerto
el ciego
la sombra sin aire
como los ríos en la mar
sin cesar ruido y luz
en mí se pierden
soy el padre
y la tumba
del cielo
el exceso de tinieblas
es el fulgor de la estrella
el frío de la fosa un dado
la muerte echó los dados
y la profundidad de los cielos exulta
por la noche que sobre mí se desploma
II
El tiempo me oprime caigo
y me deslizo de rodillas
palpan la noche mis manos
adiós arroyos de luz
no me queda más que las sombras
los pozos la sangre
espero la campanada
por donde lanzando un grito
me adentraré en las sombras
III
Un lento pie desnudo sobre mi boca
un lento pie contra el corazón
eres mi sed mi fiebre
pie de whisky
pie de vino
pie loco de subyugar
oh fusta mía dolor mío
talón que de tan alto me sojuzga
lloro porque no muero
oh sed
insaciable sed
desierto sin salida
súbita borrasca de muerte en la que grito
ciego de rodillas
y vacías las órbitas
corredor donde me río de una noche sin sentido
corredor donde me río entre portazos
en el que una flecha adoro
IV
Más allá de mi muerte
un día
la tierra gira en el cielo
estoy muerto
y las tinieblas
sin cesar se alternan con el día
cerrado está para mí el universo
en él permanezco ciego
semejante a la nada
la nada no es sino yo mismo
el universo no es sino mi tumba
el sol no es sino la muerte
mis ojos son el ciego rayo
mi corazón es el cielo
donde estalla la tormenta
en mí mismo
al fondo de un abismo
el universo inmenso es la muerte
soy la fiebre
el deseo
soy la sed
el gozo que despoja del vestido
y el vino que hace reírse
de no estar ya vestido
en una copa de ginebra
una noche de fiesta
las estrellas caen del cielo
trago el rayo a largos sorbos
voy a reírme a carcajadas
con el rayo en el corazón
en Lo arcangélico y otros poemas, 1987
No hay comentarios.:
Publicar un comentario