viernes, agosto 15, 2025

«Verde encendido», de Jessica Díaz




en una noche 
oscura jamás antes 
vista  o no 
así al menos
 los árboles en
 filas dispares  sus  hojas 
verde encendido  sabes 
ese es su color está ahí pero 
no hay nada a 
tus ojos solo negro 
tomando tu vista la luna la
luz que
avienta intenta entrar
entre las ramas y las 
copas las puntas y el follaje unas
manchas blancas
huecos blancos entre todo ese negro
de la noche y el
sonido qué acecha los 
animales miran parece
nuestra humanidad sí
torpe evitando caer con la luz
de una linterna proyectada sobre el camino
tierra  piedras  ramas 
apretados van vamos 
parecía en ese oscuro todo
 ramas  troncos hojas  
raíces  palos  qué
extraño estar a merced de lo
desconocido de árboles que se mecen 
y chocan entre ellos vienen por ti  parece
a tomar tu poder quitártelo una
señal del fin del mundo conocido 
hasta hoy   ahora   unas
manos pequeñas sobre
unas gruesas grandes 
hay estrellas allá arriba se ven 
ahí   muy arriba   brillan tanto
parecieran más cerca la 
lucha por mirar buscar ese punto
luminoso la
oscuridad aterra duerme
ahí eres nada
nadie te oye
quien oye eres tú
todo eso
¿cómo decir?
tantos sonidos
  ruidos   solo tú 
que empieza así 
noche mágica dónde el amor
escoge territorio
cruzando el tiempo
          el espacio
volando por arriba de la tierra de las
nubes y debajo de otras tantas
cargada de cosas no pensadas
para ti
 ideas pensamientos 
para
arrojarte hasta 
aturdirte y tomarte y 
que no puedas más y
aun así quieras quedarte y así
en este bosque 
oscuro que te tiene
que no entiendes
nada eres una 
apenas persona pareces
lo sabes lo crees
son personas y no 
árboles no ramas
no viento sonido del agua
que avanza se precipita hacia un lago
o un río
¿cómo saber?
no has aceptado esta vía 
ni un mapa has buscado
no has logrado aprehender la geografía
los caminos
las veredas
no has memorizado nada solo su rostro
las marcas de sus manos
su cuerpo parado sobre una piedra jugando
a estar sobre la lava un volcán
«a ti que te gustan los volcanes»
contamos las cicatrices revisé
 tus piernas marcas 
de tantos tiempos
rutas    salidas    salvación
y tus manos y tú las 
mías y mis pies qué 
terror saberte así
a merced de ese todo de
tu silencio aunque hables sin parar 
que aquí nadie
 te escucha solo tú 
escuchas   oyes
te saturas
de lo que habita en un bosque
y que podrás ver solo
si sacas la luz de una linterna
y esperas tal vez 
aparezca un búho gris 
blanco con suerte y 
abra sus  alas  o
el sonido las ranas cantando fuerte
de repente 
paran
sin más
o tal vez tú
noche que guiaste
avances vuelvas
te esperan
un zorro cruza 
frente a ti
te mira 
quién sabe 
solo estate así
deja que ocurra 
en esta
noche




Otoño del 2022











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