a Cecilia
una presencia los balcones ronda
un alguien tras esa puerta, una paloma
que otra vez al patio, a su casa llega; y allí vive
(habría que alimentarla con el sol nuestro de la memoria).
un viento delicado así
rozando las ventanas: un algo que no se va
porque se ha quedado, voluntad de mármol
canción unánime, ¿qué es
lo que hay sino lo que es
y está siempre siendo, y ya no falta?
mansedumbre de aquella tarde, y otra y otra vez
muy desde temprano
hoy comparece
toda firme presencia enarbolándose, mírala
abre la luz y escucha:
con su decir puro de ahora
regando va en el aire apenas
solo para ti estas palabras:
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