martes, noviembre 14, 2017

“Tos de perro”, de Delia Domínguez




 
Voy a decir aquí
Que tengo tos de perro
Para que alguien busque
            Flores pectorales
Y prepare un té caliente con malicia
Y me emocione hasta los huesos,
como ese día lejano
casi perdido en los cajones
cuando bajábamos del cerro
y hablamos en secreto
emboscados en la complicidad de los aromos.
Pero la tos de perro es verdadera
Como todo lo que sale en este verso
Y mi pecho –si quieres saberlo-
Es una caja de resonancias
Donde silba el invierno,
y estará de Dios que me resigne
a esperar que alguna mano
haga hervir la tetera y me llene
de aromas esta casa, este pecho,
que necesita amor y compresas de franela
y cosas terriblemente reales,
como una voz
o el arco sumiso de tus brazos
para afirmar la noche.



en Poesía chilena viva (Antología), 2016

Ediciones Tácitas










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