Dos
amigos pescan donde no mana la luz ni el agua
bajo
el cielo verde del invierno. De eso se trata la historia.
Silban
las piedras lo que limpian las noches.
Pero
nada llega tarde: la sombra es justa y la sangre
adoba
el alma del viejo que los recibirá sin la presa:
quizás
eso querían al volver solos por ese camino
con
forma de anzuelo.
en Casimir, 2014
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