Es
sólo la grafía,
el
recto, agudo, zurdo y diestro peso
del
pincel o de la pluma o de la mano.
Es
la mancha original y es el deseo
de
una gran palabra que lo diga,
que
lo cubra todo, que lo explique
o
nunca explique nada, que lo entone
y
suaves consonantes y ágiles vocales
habrán
de pronunciar su claro acento.
Es
la línea horizontal, el solo trazo
que
dejó en Babel el escribano.
La
alquimia del secreto, del poema
que
abre al fin sus puertas al herido,
al
niño que comprende en el silencio
el
gesto curvo del maestro,
el
aire que ya fue y permanece.
a Tomás Harris
en Escrito, 2012
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