Y continué P4AR
“Jugada peligrosa”, dijo el Maestro, “de la escuela romántica.
Andersen
sale así en La Inmortal. Cuide Ud. 4T y tal vez haga tablas”
Y salieron mis escuadras imprecisas
transparente mediosueño bajo el canto del pájaro campana
y el árbol que todo lo sabe desplegando sentencias en románicas. PxP
aceptó el Negro. Y yo C3AR.
Y por entonces la Realidad era
una impetuosa fantasmagoría / cierto impulso
en la materia del ánima humana la conduce a negar el pasado.
“Eh!”, insistí otra vez “Cómo voy a seguir?
Qué decir de la Historia si es licencia poética
decir que se repite, que el incesante error
de los vencidos se repite, que el Poder del Imperio se repite? “
Algo hay, yo te diré
que te conduce a afirmar el pasado y a repetir un acto equivocado
para sentir que existes /porque eres desdichado por ejemplo/
y es inútil el acto, pero no obstante obligado
de repetir, pudiera ser que en el siguiente ciclo se abran las puertas
de la justicia
o de la paz
Ah! Esa repetición spengleriana! /Espanto lúdico
perdido en sus orígenes.
Gigantesca esfera de leyes implacables
Nunca nadie jugó dos partidas iguales: así creer
en la repetición histórica es. pura necedad. Mira bien:
ahora el Negro
llevará el Alfil a 2D, y esa es
Defensa Cunningham
de largas consecuencias.
-Supuse que volviendo
agradaría a todos si es que hablaba de amor y alegría
aunque malditas las ganas que me quedaban, pero aquí
huyen
del melancólico como del apestado en el s. XIV
y todo se ha perdido, aunque haya bautizado este regreso
con un sonoro nombre griego: NOSTOS
Extraño
en
Ecbatana, como dice
Mc Leish. Adiós, culeados sueños, adiós tu pulso, tallador
de brillantes
el regreso no significa nada, la miserable comunión de los cielos
con cualquier otra cosa jamás se ha producido, y hay algo
que acelera la fuerza de las cosas: una quieta barbarie de los tuyos
oculta entre palabras y unos gestos ambiguos. Nostos:
destierro del amor. Adiós gran árbol que ibas a florecer y
te quemaste;
adiós frutas enanas, parábola de Anteo, cte. que las gentes
echan tierra a tus ojos, y esa es toda la tierra que te han dado.
Cuídate del ridículo.
Cuídate del epíteto.
Cuídate de la verdad en boca de los niños.
“Audacia, más audacia, siempre audacia”, recordé
haciendo A4AD. El Maestro insistió.- “4T está desamparada”.
Y se siguieron una serie de golpes:
su A5T jaque (+) mi CxA y el suyo DxC y nuevamente jaque.
Así llegó la hora de velar al gran amor. Los manjares del banquete
nupcial sirvieron
para el banquete de difuntos Hamlet, act 1, viceversa, y grité. “Eh?
Quién ha muerto?
En esta casa no se muere nadie! Es la casa del amor, del olvido,
de la re- conciliación!
“Eso dije y los pájaros picotearon mis rifíones y creo que el pórtico
de una casa en mi
espíritu se derrumbó crujiendo como el hueso de un ave.
El Maestro
salmodiaba en un tablero lejano: “Hablemos de dialéctica
viviente, o alquimia del espíritu, como se llamaba
hace 8 siglos.- una fuerza que se opone a otra fuerza
actúa sobre la contradicción del enemigo. Enroque Ud.
consolídese/conózcase a sí mismo/no juegue ningún rol
sea Ud. todas las piezas del tablero/sienta la amputación
de un miembro cuando cae un peón. Un Yo compacto, un Yo
visible, si no revierte sobre la propia Historia es un poder
desperdiciado, una pura
metáfora hedonista. Observe Ud. la armonía
de la Defensa India del Rey”.
Pero quieren decirme de qué juego me hablan?
Los últimos cisnes cantaron con horribles aullidos de castrati.
Una mano indecisa sacrificó el P en 3C, y PxP, la
rápida respuesta D2R, y el Negro
siguió P7C, jaque descubierto.
Y todo fue arriesgado
y todo fue perdido.
Así ellos los audaces sobre un punto de una esfera bruñida
quisieron encender lo que se dice el fuego incorruptible.
Pero no hubo movimientos alados, ni ayuda, ni piedad.
Oh
descomedidos campesinos! Ah, las brutales manadas
de los satisfechos
que imaginan tomar parte en el banquete! Mala peste al país
que abandona a sus héroes, que caen como una estampa bíblica
con la sal en el rostro.
Y un hombre
se apoya contra un árbol, disponiéndose a acabar su vida
con dignidad:
escucha: K.550 entre el murmullo de las ametralladoras
el minuet se enfrenta al infinito
sabiendo de antemano que será derrotado
y así fue el canto
de la revolución, amor, amor.
Así pues
devoraron bellotas
haciendo lo que se llama el recuento de muertos.
Y siguió mi fatal RID y el PxT coronando
abrió la persecución implacable
crucé
mi D en IA.
“Sabes lo que jugamos?” preguntó el Negro
“Qué?” dije estúpidamente. “Tu fe. Y tu futuro.”
Utopía se cae, se cae.
Los sueños ruedan a las alcantarillas
ángeles incoloros vagan
sin ruta y sin objeto entre las agujas de los templos
ruedas ardientes giran con los descabezados
Mi escuadra!
Mi orgullosa escuadra!
Mi querido Yo Mismo!
Entre la música de los escupitajos y los murmullos
de los paterfamiliae.
DSC (+). Una fangosa eternidad de espera; luego
el lento movimiento al A2R. Y DTXD
“Mate!” aulló el Negro
derribando las sillas escarlata. / Act. V. Telón/
La implacable esfera
las leyes implacables. 64 escaques
y el universo se comba sobre sí mismo. No hay afuera,
no hay
escape hacia otra dimensión donde todo esto sea
la historia del reptil, la historia del anfibio, la pura prehistoria.
“Pero vuelva a jugar” dijo el Maestro “una partida
es sólo una partida. La especie humana
persiste en el error, hasta que sale
una incesante aurora
fuera del círculo mágico”.
Entonces
a la partida siguiente
jugué en 3) A5C.
“¿Ruy López?” observó el Maestro
“Usted aprende”.
en Contranatura, 1971
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