lunes, noviembre 30, 2009

“Devoción de un Peregrino en Llamas”, de Mario Spachiaro







Pareció volar sin dirección
en la cuerda de corrientes
suaves remolinos
tiemblan sobre el canto fijo de aves muertas.

Pareció cantar, reír, llorar
sin más tiempo que otro año,
y otro más,
jactancioso alud facineroso;
tiembla y cae sobre el frágil arrullo de las olas.

Pareció rezar
en la iglesia más pequeña de aquel pueblo,
pareció flectar sus piernas
y elevar al cielo una plegaria falsa.

Pareció que hablaba al aire,
a una anciana embelesada entre los cactus
y patinas de sudor.
Un poema recitaba en blanco,
sin poder decir
más que una rima triste, abandonada.

Pareció estar triste, decidido;
abandonaría aquel paraje insípido,
llamaría entre tormentas
y la arena que lo cubre todo.

Pareció marcar un número infinito,
conversar,
marcar la voz
en un acento inclaudicable,
convencido ya de su fracaso.

Pareció volver,
sin prisa, sin nuevas melodías en su alma fútil;
solo, cada vez más solo,
como antes, como siempre.






en Plegarias del olvido, 1956












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