Al anochecer se oye el grito de los murciélagos.
Dos negros corceles brincan en la pradera.
Murmura el rojo arce.
Al caminante se le aparece la pequeña taberna en el camino.
Magnífico el sabor del vino joven y las nueces.
Magnífico: tambalearse ebrio en el bosque crepuscular.
A través del negro ramaje resuenan campanas dolorosas campanas.
Sobre el rostro gotea rocío.
en Grodek, Descontexto Editores, 2014
Magnífico: tambalearse ebrio en el bosque crepuscular.
ResponderBorrarqué imagen fantástica!