Entre estas palabras hay una selva: las lianas se anillan alrededor de la piedra diosa: la mitad serpiente, la mitad puta, con una corana de granito como plumas de colibrí y pies con garras. Insectos, y huecos en las sombras de los rayos del blanco sol, y la humedad apesta como los pies de los vendedores de queso en el mercado. Cada fronda de palmeras que abro revela el filo de un risco, y abajo las nubes ruedan lentamente arrastando la lluvia sin remedio. La diosa a veces me habla, aquí, en el pico de un Himalaya tropical. Yo retumbo y retumbo los tambores pero las nubes no me alcanzan. Yo descifro esta selva, piedra sobre piedra, porque solamente el miope puede mirar la estrella bajo el sol. Las lianas se mueven y el viento acaricia sus musgos de granito. Yo retumbo y retumbo los tambores, esperando las palabras llover. Cuando ellas caen el sol revienta en otro hemisferio, la nevada se deshiela y un siseo escapa de su boca de granito: una oración callada por la selva entre palabras.
Versión de Miguel Ángel Zapata.
Pocos son los privilegiados que saben dar la imagen atraves de las palabras....ademas con poesia...
ResponderBorrarFantastico e intenso...atrapa esta descripcion tan sensible, que parece que en lugar de describir algo tan frio...esta cantando una oda a la naturaleza que esta siempre viva!!........
Un saludo!!