Bufón soy y mimo al
hombre en esta escalera cerrada
con peces muertos en los
peldaños
y una sirena ahogada en
mi mano que enseño
mudo a los viandantes
pidiendo
como el poeta limosna
mano de la asfixia que
acaricia tu mano
en el umbral que me une
al hombre
que pasa a la distancia
de un corcel
y cándido sella el pacto
sin saber que naufraga en
la página virgen
en el vértice de la
línea, en la nada
cruel de la rosa
demacrada
donde
ni estoy yo ni está el
hombre
en Poemas del
manicomio de Mondragón,1987
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