lunes, febrero 24, 2020

“Las últimas arterias caídas en San Juan”, de Constanza Marchant





Marqué con hojas de higuera el dolor de un rastro sin retorno, para no perder u olvidar los bailes preparados por su derrota e intervenir en el bosquejo de su modesto territorio. Entre hierbas y repeticiones aprendí de sus hemisferios atravesados por diversos diálogos, entonces me alejé de cualquier superficie que no tuviese que ver con lo nuestro, y comencé creando un nuevo silabario de costuras y puntos problemáticos. Costuras y puntos de recorridos agrietados por la lluvia, que como agujas punzantes decapitan su progresiva soledad. He contenido parte de esa ruta, donde la extensa realidad se explica en el tamaño de sus agujeros, y nos mantiene hambrientos frente al transcurso de mi olvido sagrado, un gesto que prolonga su distancia y deseo.



en Niñas con palillos (Antología), 2016
Ediciones Balmaceda Arte Joven










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