martes, diciembre 03, 2019

«Obscuridades», de Práxedis Guerrero





La sombra es sudario para la impostura,
la vanidad y los oropeles; por eso hay tantos que la odian.

La sombra mata la inútil belleza de las piedras preciosas
que cautivan las mentes primitivas.

En las sombras nacen las tempestades
y las revoluciones que destruyen, pero también fecundan.

El carbón, piedra obscura que tizna
las manos que la tocan, es fuerza, es luz,
es movimiento cuando ruge en el fogón de la caldera.

La rebeldía del proletario obscuro es progreso,
libertad y ciencia cuando vibra en sus puños
y trepida en su cerebro.

En el fondo de las tinieblas toman forma los seres
y empiezan las palpitaciones de la vida.

En el vientre del surco la simiente germina.
La obscuridad de la nube es la fertilidad de los campos;
la obscuridad del rebelde es la libertad de los pueblos.






en Regeneración, 24 de septiembre de 1910















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