jueves, mayo 16, 2019

“Diario de la peste (Allende ha muerto)”, de Manuel Illanes





21:15. Animales huyendo de la cólera del Señor del Frío, blue jeans gastados,

el viento que cosquillea entre las nalgas tumefactas –víspera del primer día del invierno-, la temperatura de la época bordea los cero grados.

Nerviosos pasajeros descienden de los autobuses y caminan asustados por las veredas apenas iluminadas,

nerviosos, con la rapidez del refugiado que corre hacia el búnker para guarecerse bajo tierra.
Animales huyendo de la cólera del Señor del Desamparo, sucios blue jeans.

22:36. Por las axilas de la ciudad se desparraman cientos de grafitis como un sudor ácido que baja por los miembros y ensucia la santidad de toda higiene.

El supermercado desgarra la neblina de los neones como un sorprendente Frankenstein batiéndose entre las oscuras aguas de zonas abandonadas y eriazos rebosantes de ortigas, sus pasillos vacíos, sus carros alineados por alguna extraña fuerza levitando en los márgenes de la oscuridad,

espejismo inflamado y después consumido.

El aroma de la orina es el incienso que se eleva desde los altares de adobes derrumbados e improvisados estacionamientos.

Calaminas oxidadas en las azoteas, musgo y calcetines perdidos, amarillos titulares desgarrados como islas de un archipiélago de nuestra Terra Australis, las ropas a medio secar flotando en la ribera de la noche

nuestra hambre ya sin brújula.

08:10. En los extramuros de la ciudad, la escarcha llena de canas la cabeza de viejos neumáticos abandonados al borde del camino, Pudahuel Sur.

10:32. La dentadura del tiempo deja su huella irregular sobre las fachadas de iglesias & burdeles.

Cuarzo de mandíbulas apretadas, nicotina de frustrados deseos, larga espera de los juglares en cesantía.

Nudos de perros vagos se adhieren al sueño como costras en las plazas públicas.

Un hombre encorvado barre fragmentos de vidrio y hojas, disimula una nube de sangre como si fuese una mancha de aceite sobre una tersa camisa.

15:22. El disco solar bailotea tristemente sobre los adoquines, su vigor huye de los ojos eclipsados en los restoranes, oficinistas, albañiles, estudiantes, ojos como tambores deslizando su tam tam seco por la ciudad.

16:45. Escozor en las ingles, coitos de púberes entre la maleza de los cerros y los sucios arbustos de la Lumpen sudaca.

17:30. Los descendientes de Lao Tsé comercian frituras en las calles atestadas de animistas & católicos.

Asalariados sin órbita acampan en un cráter céntrico, restauran los pilares del quebrantado Diego Portales bajo una cortina de chispas y escombros. Así, el concreto de nuestra política futura contiene la cal y el huevo, el barro de los hijos de las uñas de arcilla.

La herrumbre de las puertas dice más de cada corazón que nuestras propias palabras.

Carrocerías tapizan el horizonte a un lado y otro de la carretera un lado y otro de la carretera.

19:13. Soledad de los cubículos y los cibernautas tras las conexiones caídas.

20:32. Los vamos a cagar Guerra entre clases Los leprosos Fuera de Servicio En Jesús todas las cosas son hechas nuevas 1º de mayo Nada que celebrar Mudanzas La única iglesia que ilumina es la que arde Claro está invirtiendo en ti Satán es el rey Expendio de bebidas alcohólicas Seguridad y confianza Para su seguridad este vehículo solamente se pone en marcha con las puertas cerradas Farmacias Ahumada Internet donde yo quiera Cuarto de Libra con queso $990 401 Maipú las Condes Escape ¡ESCAPE! ¡ESCAPE!

23:05. Demos gracias al Cristo de los narcóticos por nuestras noches, más serenas que un erial.

01:40. Asaltantes & narcos se disputan los barrios.

El aleteo de una luciérnaga púrpura raja la oscuridad de los callejones.



en Diario de la peste, 2019

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