martes, agosto 07, 2018

"Sobre el intelecto", de Averroes

Fragmento




Y solamente es posible que estos universales no se apoyen en sus sujetos en el caso de que fueran existentes en acto fuera del alma, tal como lo concibió Platón. Y es una de las cosas evidentes el que estos universales no tienen existencia fuera del alma, según lo que hemos dicho. Y que lo que de ellos existe fuera del alma no es nada más que sus individuos. Y ya enumeró Aristóteles en la Metafísica los absurdos que se seguirían necesariamente de esta hipótesis. Y por el apoyo de estos universales en los fantasmas de sus individuos se hacen multiplicables con su multiplicidad. Y así, por ejemplo, lo que llega a ser en mí el inteligible del hombre, no es el mismo que el inteligible del hombre para Aristóteles. Puesto que el inteligible del hombre para mí únicamente se apoya en los fantasmas de unos individuos que no son los individuos en cuyos fantasmas se apoya el inteligible del mismo hombre para Aristóteles. Y al unirse estos inteligibles con las formas mediante una unión esencial, se les sigue el olvido al ausentarse las formas imaginativas. Y a nosotros se nos sigue el cansancio, cuando pensamos en ellos, y se perturba la percepción de aquél cuyo fantasma se ha corrompido. Y en general, desde este punto de vista, se les sigue a los inteligibles las notas con las cuales vemos que son materiales, y no el confusionismo que defendieron Temistio y otros, de los que afirman su existencia siempre en acto. Ya que este razonamiento únicamente tiene como oficio ayudar a la percepción de dar a la causa de estas conclusiones la dimensión para la que sirven las expresiones poéticas.










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