jueves, mayo 17, 2018

“Enamorado del enamoramiento”, de Sakutarō Hagiwara





Con la boca pintada, yo
besé el tronco de un tierno abedul blanco.
Yo, por más guapo que sea,
no tengo pechos como pelotas.
Mi cutis no esparce la fragancia de polvos finos.
Soy un infeliz marchitado.
Ay, ¡qué hombre tan pobre!
En este campo de estío temprano aromado,
en la arboleda fulgurante,
me puse ajustados guantes de color del cielo.
Me puse en la cadera algo parecido a un corsé,
me enhariné la nunca con polvo.
Así coqueteando sigilosamente
como hacen las muchachas
incliné la cabeza levemente,
besé el tronco de un joven abedul blanco.
Pintada la boca con el color de las rosas
abracé al alto árbol blanco.



en Antología de la poesía moderna del Japón, 2010











No hay comentarios.: