jueves, abril 19, 2018

"Tres anuncios por un crimen", de Martin McDonagh

Una escena





Mildred entra a casa muy contenta llegando del bar, y encuentra a su hijo Robbie con un sacerdote, el padre Montgomery:


PADRE MONTGOMERY: Mildred, lamento venir a verte tan tarde, pero... la verdad, Robbie ha sido un gran anfitrión. A pesar de que hoy tuvo, como acaba de contarme un día difícil en la escuela.

ROBBIE: Sólo es que los del equipo estuvieron molestándome.

MILDRED: ¿Por qué?

PM: Por los anuncios, Mildred. Que es justo de lo que vengo a hablar contigo.

M: Prosiga.

PM: Sé lo difícil que ha sido para ti este año, Mildred. Y si en algún momento necesitaras algo, te apoyaremos. Siempre. Pero el pueblo también sabe qué clase de hombre es William Willoughby. Y el pueblo está muy en contra de tus anuncios.

M: ¿Hizo una encuesta, padre?

PM: Mira, Mildred, si no dejaras de ir a la iglesia... entenderías un poco mejor lo que siente la gente. Más de doce personas me abordaron el domingo. Así es que sí, hice una encuesta. Todo el mundo te apoya con lo de Angela. Nadie te apoya con esto.

(Silencio)

M: ¿Sabe lo que estaba pensando hoy? Estaba pensando en esas pandillas que hay en Los Angeles, Y estaba pensando en las nuevas leyes que crearon, creo que fue en los ochenta, para combatir a esas pandillas, a esos Crips y a esos Bloods. Y, si mal no recuerdo, lo que decían esas nuevas leyes era que si te unías a una de esas pandillas y colaborabas con ellas y a unas calles, sin que tú lo supieras, uno de tus amigos pandilleros abría fuego o apuñalaba a alguien, entonces, aunque tú no supieras nada de eso y sólo estuvieras parado en la esquina sin molestar a nadie, lo que decían estas leyes era que aun así eras culpable.

(El padre Montgomery asiente sonriendo)

Eras culpable por el simple hecho de haberte unido a esos Crips o a esos Bloods. Lo que me hizo pensar, padre que esa situación se parece a la de ustedes los religiosos, ¿no? Tienen sus colores, también una casa club. Son, a falta de una mejor palabra, una pandilla. Y si usted estuviera arriba fumando una pipa y leyendo la Biblia, mientras uno de su pandilla está abajo violando a un monaguillo, pues padre, igual que esos Crips, igual que esos Bloods, usted es culpable. Porque se unió a esa pandilla. No me importa si no hizo nada, si no vio nada, si no oyó nada, si se unió a la pandilla, es culpable. Y cuando una persona es culpable de violar a un monaguillo, o a quien sea, porque sé que ustedes no se limitan a ellos... eso le quita el derecho de venir a mi casa para hablar de mí, o de mi vida, o de mi hija, o de mis anuncios.

(El padre Montgomery se mantiene serio)

Así que, ¿por qué no termina su té, padre, y se larga de mi cocina?

(Mildred se retira. Robbie hace muecas pensando qué decir, mientras el padre sigue atónito)

R: Pero muchas gracias por venir, padre.





2017

































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