miércoles, julio 05, 2017

“La musa se va”, de Pedro Shimose




 
No me has visto sonarme las narices,
toser;
ir al baño,
tirar la cadena.
No has olido el humo en mis cabellos
cuando llego al trabajo;
no has besado la sal de mi cansancio,
ni me has visto poniéndome el pijama,
ni me has oído roncar a pierna suelta,
ni has soportado mis cabreos
al amanecer,
cuando se corta la ducha y estoy enjabonado.

La verdad está en la gripe
y la ropa sudada;

en el olor a huevo frito,
a ollas y sartenes sucias;

en los discos de boleros
rayados por el uso;

en los minutos fatales
que siguen al choque de los cuerpos
(cuando pides un Klínex
o enciendes un cigarro);

en la cara de los protagonistas
que ya no ríen cuando se cuentan chistes
porque la noche avanza
y el tiempo no perdona.
(No te lo vas a creer)



en Ordenar la danza. Antología de poesía boliviana, 2004






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