miércoles, diciembre 28, 2016

“Carne blanca”, de Jessica Atal





Fragmento inicial

I

había una vez
una hoja
y una montaña

la montaña se llamaba
Miguel
yo era la hoja
y así me llamaba
y era blanca

nada había escrito
sobre mí

/era la montaña
la que no escribía / nada
sobre mí

era una molécula cuántica
aleatoria
discontinua

era una nube
cargada
de otras nubes

un día la hoja subió
a la montaña
y nació
la cordillera de los Andes

todo ocurrió
en un perfecto
estado normal

/la idea fija/
/la hoja blanca/
/el trazo
de la montaña/

la idea fija/ la hoja blanca
no soy yo

el pensamiento incierto
no se detiene
en la idea fija

tengo una idea fija
vulnerable

(cada cierto tiempo
se extravía)

había una vez una nube
era como una montaña
que adquiría diversas formas
de otras nubes

el pensamiento
no se detiene
(pero quizás sí)

(a mí nunca me ha pasado)



en Carne blanca, 2016

Fotografía: Iván Petrowitsch






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