jueves, abril 14, 2016

“El sonido y el valor de las palabras”, de Nikolái Rilénkov







¡Qué gusto armonizar el sonido
y el valor de las palabras!

Para ello hay que instalarse
en lo más hondo de la tierra,
en sus entrañas,
y fijarse cómo brota la hierba,
cómo cantan las aves,
cómo el follaje reverdece,
cómo los ríos sus aguas arrastran,
y oír lo que los jóvenes ansían
hasta por el canto de las ranas.

Si no, se seca triste el corazón
y no tienen sonido ni valor las palabras.



en Antología de la poesía soviética, 1974






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