"Lo que nos falta es una utopía". Informe de la 67a Feria del Libro de Frankfurt, de Pablo Jofré

La 67a Feria del Libro de Frankfurt, la más grande del mundo en su rubro, ha sido inaugurada ayer por su director Jürgen Boos con sendos llamados al activismo literario: «lo que nos falta es una utopía», «la brecha entre ricos y pobres aumenta» y «debemos hacer un mundo más grande», ha dicho recordando al mismo tiempo que se trata de un encuentro comercial. En la ceremonia oficial, la ministra de Cultura Monika Grütters ha seguido el ritmo de Boos, pero más concretamente al de Salman Rushdi –en su intervención de la mañana–: Grütters y Rushdie han hecho un llamado a los escritores a «politizarse»: «Se necesitan escritoras y escritores que miren ahí donde otros quitan la mirada» ha dicho la ministra democristiana: «contra la indiferencia, la represión y la insensibilidad». En la ceremonia inaugural intervinieron además el presidente de la Asociación de Libreros Alemanes Heinrich Riethmüller y el representante de Indonesia: Goenawan Mohamad. Extraordinarias medidas de seguridad tuvo ayer la rueda de prensa de presentación de la Feria que abre hoy sus puertas al público especializado. Y es que extraordinario fue también su orador estrella: Rushdie y sus guardaespaldas –el escritor angloindio está amenazado de muerte por una fatua que insta a su ejecución– llegaron en medio de un enjambre de flashes a la sala abarrotada de periodistas. Rushdie escuchó pacientemente las loas de Riethmüller y Boos, para pasar luego a dar una sintética cátedra acerca de la relación entre literatura y política: «Sin libertad de expresión, los otros derechos no existen», ha recordado Rushdie en su intervención luego de lo cual ha vuelto al avión que lo trajo por poco menos de una hora desde Reino Unido. Rushdie ve amenazada la libertad de expresión en todo el mundo gracias en parte a la intolerancia religiosa. Cuestión que confirma el malestar del régimen de Teherán que ha cancelado su presencia oficial en la Feria, aunque Irán estará representado por editoriales independientes: «Hay un aspecto central de la civilización humana –ha dicho Boos–, que para mí es innegociable: la libertad de expresión y de opinión». Hay que recordar que tras la publicación de Los versos satánicos, el ayatolá Jomeini profirió una fatua contra Rushdie por presuntos pasajes blasfemos en esa obra. Razón por la cual el traductor de la novela al japonés, Hitoshi Igarashi, fue asesinado en 1991; y el traductor al italiano Ettore Caprioli y el editor noruego William Nygaard, sobrevivieron a sendos atentados. El escritor angloindio ha marcado el ritmo de esta Feria, «la más política en muchos años» ha indicado Boos ya que buscará unir la defensa de la libertad de expresión, la crisis de los refugiados, así como la integración y el diálogo con islam desde la cultura europea. El encuentro más importante del mundo en el sector editorial tiene a Indonesia como invitado honor, país que con la mayor población musulmana del mundo, es un ejemplo de tolerancia y diálogo que desembarca en la Feria con una delegación de 70 autores y una exposición que lleva el lema de «17 mil islas de la imaginación»: desde ciencia ficción hasta poesía, pasando por comida y teatro de sombras, pero sobre todo: la milenaria tradición oral de las islas. La Feria –abierta al público general sólo durante el fin de semana– cerrará el domingo con la entrega del Premio de la Paz de los Libreros alemanes al escritor germanoiraní Navid Kermani. Kermani, con una obra que abarca desde el reportaje sobre temas de actualidad hasta ensayos sobre arte y sobre religión pasando por la novela, es considerado como uno de los representantes de un islam ilustrado e integrado en la sociedad alemana. Rushdie, por su parte, es para muchos un icono de la libertad de expresión y por ello, la Feria decidió invitarlo para impulsar un debate tras los atentados del pasado enero contra la revista satírica francesa Charlie Hebbdo. Más contenido y menos espectáculos ha sido la idea que Boos ha transmitido a sus colaboradores, y así lo han hecho: la Feria ha decidido poner a la política en el centro de su edición número 67: trabajo cultural en los centros para refugiados, política cultural exterior, editoras feministas, activismo literario online, crowdfunding y un largo etcétera.

13 de octubre, 2015