jueves, mayo 28, 2015

"Lamento por el Sur", de Salvatore Quasimodo

© Versión de Juan Carlos Villavicencio





La luna roja, el viento, tu color
de mujer del Norte, la amplitud de la nieve...
Mi corazón ya está en estas praderas,
en estas nubladas aguas de las nieblas.
He olvidado el mar, la grave
caracola soplada por los pastores sicilianos,
las cantilenas de los carros a lo largo de las calles
donde tiembla el algarrobo en el humo de los rastrojos,
he olvidado el paso de las garzas y las grullas
en el aire del verde altiplano
por las tierras y ríos de Lombardía.
Pero el hombre grita por doquier el destino de una patria.
Ya nadie me llevará al Sur.

Oh, el Sur está cansado de arrastrar muertos
a la orilla de los pantanos de la malaria,
está cansado de la soledad, cansado de las cadenas,
está cansado de las blasfemias
de todas las razas en su boca
que han gritado muerte con el eco de sus pozos,
que han bebido la sangre de su corazón.
Por eso sus hijos han vuelto a las montañas,
forzando a los caballos bajo mantas de estrellas,
comiendo a lo largo de los senderos flores de acacia
nuevamente rojas, todavía rojas, todavía rojas.
Ya nadie me llevará al Sur.

Y esta tarde cargada de invierno
todavía es nuestra, y aquí te repito
mi absurdo contrapunto
de furias y dulzuras,
un lamento de amor sin amor.




en La vita non è sogno, 1949












Fotografía original de Sergio Larraín






















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