viernes, febrero 06, 2015

“La llave maestra”, de Braulio Arenas








Detención
De la luz que sale
Con su instinto de párpado
Un bello segundo
nada más que un pasajero rumor atribuido
al mármol que lucha interrogante
a las buenas frutas al mar
primeramente espeso
Al horizonte que por hábito
se cruza con gacela y se hace noche
Entrégame
el ser perdido el ser del rumor propio
El ser que se viste de relámpago furioso
de fósforo blanco y de selva sedienta
Nada más que yo pido un bello segundo
una mujer que abre sus brazos al enigma
o los ojos a esa mina abandonada.

Entrégame
el fénix que prepara su fogata
que no camina más lejos de su cielo
de su delirio de su detención de flores
Ese sentido irreal que mezcla el tumulto
esa palabra con la fuerza de una esfinge
Entrégame
la mañana con su lanza verdadera
la noche donde crecen helechos de luz indicadores
hacia fascinante escala donde los pies
las manos el cuerpo desciende como si fuera un talismán
en éxtasis perdido
propio Ajeno
Salen de sus sentidos los más extraños seres
los que miran pájaros representantes de la fatiga
los que escuchan un carro marítimo
Ellos pedirán la entrega del misterio.



en El mundo y su doble, 1940








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