viernes, agosto 29, 2014

"Azazeel", de Youssef Ziedan

Fragmento



El instante de conmovido silencio ha pasado. Octavia inclinó la cabeza y me miró. Tenía el rostro congestionado por la ira y sus ojos inflamados denotaban también una tristeza profunda. De repente se levantó de un salto y se quedó hierática como una de esas cariátides griegas enormes, llena del ancestral vigor pagano y no exenta de su amargura. Estiró su brazo derecho hacia la puerta y me gritó con voz terrible, como el retumbar de un trueno en Alejandría o el aullido del viento: Fuera de mi casa.




2009








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