martes, abril 08, 2014

“Los amigos”, de José Watanabe








a Lorenzo Osores



Permanece aún el sabor de un helado de almendras
en nuestra garganta
y Lorenzo habla de nuestros años
sin salir del duro cascarón de la familia,
recuerda que cuando caían las hojas él no sabía
que pasaba el tiempo.

Debemos buscar trabajo
porque su novia no leyó nunca folletos malthusianos.

Ella dijo riendo:
“Mejor saltemos por la ventana”.
Él dijo:
“Sería como caer sin llegar nunca”.
Sin embargo, nuestras renovadas búsquedas de trabajo
emprendidas siempre al atardecer
terminan conversando sobre la hierba de algún parque.

Hoy hemos fingido ser expertos en publicidad,
hemos fotografiado a todo el mundo con el hueco de la mano,
y textos para un producto imaginario nos han sobrevolado con
            insistencia.

Un día emprenderemos una excursión a donde apunte el viento
o editaremos un libro de dibujo o poesía
donde se aprieten las ruedas, el humo, las hojas,
los papás que usan tirantes y los fantasmas.

Ahora solo sabemos caminar las calles
y ni siquiera somos carteros.



en Álbum de familia, 1971











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