domingo, septiembre 15, 2013

“Útil lección a los muchachos perdidos”, de François Villon









CLVI

Muchachos míos: perdéis la más
linda rosa de vuestro sombrero*;
letrados míos de todo sustraéis,
si vais a Montpipeau**
o a Rueil, salvad el pellejo:
pues por retozar en esos dos sitios
confiando en la apelación,
lo perdió Colin de Cayeux.




CLVII

No es un juego sin importancia
donde va el cuerpo y quizá el alma.
Al perdedor está demás arrepentirse
por no morir en oprobio y denostado;
y quien gana no tendrá por mujer
a Dido, la reina de Cartago.
Loco e infame es pues el hombre
que tanto arriesga por tan poco.




CLVIII

¡Que cada uno me oiga todavía!
Se dice, y es verdad,
que jornal de carretero se bebe todo***
junto al fuego en invierno,
en el bosque en verano:
Si plata tenéis que no esté sujeta,
gastadla pronto y sin demora.
¿De quién la habéis heredado?
Jamás lo mal habido beneficia.






* De vuestra corona.
** Ir a Montpipeau significa robar engañando (en pipant); y a Rueil, robar arrojándose sobre la cosa o la persona, viene del verbo se ruer.
*** Algunos editores corrigieron este verso y sustituyeron charterie por charretée, barril.




en Poesía completa, 1976















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