sábado, noviembre 03, 2012

“Testamento a mis hijos”, de Juan Manuel Silva Barandica







Todo busca completarse, fácil
como es y no está quien rompe
las cadenas de la cárcel o la historia.
Caemos con la noche a los calabozos,
manos mestizas unidas a la pólvora
española para ir secando los años sin
que nada pase en estas naciones de charqui:
un cuento rueda boca a boca, sisea algo
que algún día llegará a ser un nombre:
revolución, independencia.

Lo reinos del norte dicen ser pero también
estar bajo una lengua, como ya lo sabrán
oigo el metal de la imprenta y su ciego galope
de tinta, porque todo lucha por completarse.
Y yo, del otro lado de la roca paladeo sus
nombres, el de su madre e imagino a quienes
dirán llamarse en ese pedazo de tierra. Digo:
esto no es, está España, Virreinato, Cuyo o
Santiago: los indios lo repiten mientras yo
que quise ser José Miguel Carrera quiero dejar
de estar para ser mis padres y mis hermanos
en esta plaza de Mendoza, como dijo Rodrigo
de Triana: tierra, tierra, tierra.



en Trasandino, 2012













2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bello poema, historia y corazón

V i l l a v i c e n c i o dijo...

Poemazo.