jueves, noviembre 22, 2012

“Israel, basta al terrorismo de Estado”, de Adolfo Pérez Esquivel







Israel ha impedido por todos los medios la constitución del Estado Palestino; arrebatándoles el territorio, oprimiéndolos y construyendo un muro de la infamia separando, encerrando y persiguiendo al pueblo palestino. Tiene el apoyo cómplice de los Estados Unidos y de su Presidente Barack Obama justificando la agresión de Israel contra los palestinos, y haciendo uso y abuso del veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, para impedir sanciones al Estado de Israel por los crímenes cometidos. 

La comunidad internacional reclama llegar a una solución justa y poner fin a la guerra y lograr la creación del Estado Palestino, derecho que lamentablemente ha fracasado por la permanente oposición de Israel, los EE. UU. y la Unión Europea, que proveen de ayuda económica y militar a Israel para que imponga su voluntad por las armas en contra de las resoluciones de la ONU. 

Los ataques recientes contra Gaza, por parte de Israel, y los continuos operativos militares y agresiones pasan a ser una burla a la ONU, al no acatar ninguna recomendación ni buscar caminos de solución del conflicto. El Estado de Israel se pone al margen del derecho internacional y actúa como un Estado terrorista, invadiendo y provocando fuertes daños a la población civil, muerte de mujeres y niños, impidiendo la ayuda humanitaria al pueblo palestino que soporta desde hace décadas la agresión israelí. ¿Hasta cuándo la comunidad internacional va a permitir que Israel continúe actuando con total impunidad y no se pongan límites a su agresión contra el pueblo palestino? ¿Hasta cuando Israel, Estados Unidos y la Unión Europea continuarán siendo parte de la agresión contra los pueblos del Medio Oriente, Palestina, Siria, Libia, Afganistán, Irak y las continuas amenazas a Irán? 

Israel intenta justificar sus actos reclamando el derecho a autodefenderse, pero de acuerdo con el principio básico de derecho internacional: ex injuria non oritur ius, un derecho legal no puede surgir de un acto ilícito. 

Debemos sumar nuestras voces y voluntades para reclamar a Israel, a los EE. UU., a la Unión Europea, a la ONU y a la comunidad internacional que se ponga fin a la violencia contra el pueblo palestino. Pareciera que Israel ha olvidado el sufrimiento de su pueblo y su largo camino de diásporas y angustias. De pueblo víctima se ha tornado en victimario. De ser un pueblo que luchó por su libertad, hoy es un país agresor que encadena y oprime a otro pueblo. 

¡Basta al terrorismo de Estado ejercido por Israel contra el pueblo palestino! 
¡Basta de masacres y muerte de mujeres y niños palestinos! 

Es urgente derribar el muro de la infamia. Aprender a respetar el derecho del pueblo palestino es respetarse a sí mismo. Israel hoy debe derribar el muro más terrible, el que permanece en su mente y corazón. Es urgente reclamar a las Naciones Unidas, establecer las bases para una solución al conflicto y reparar los daños hechos por Israel enviando ayuda humanitaria a Gaza. Pero también es urgente reclamar un embargo militar al Estado de Israel como una efectiva medida no violenta que impida que esto vuelva a ocurrir, obligándolo a detener la represión y a cumplir con las obligaciones de las leyes internacionales. La comunidad internacional no puede cerrar los ojos y dejar de oír el clamor del pueblo palestino. 

Hago un llamado urgente a los tres Premios Nobel de la Paz, Shimon Peres, Presidente de Israel, a Barack Obama, actual presidente de los Estados Unidos y a la Unión Europea. Les pido, les exijo, cesen la represión contra el pueblo palestino. Ustedes no tienen derecho a justificar la violencia, las masacres, la destrucción y la muerte de un pueblo. Les recuerdo el canto de Chuang Tzu, para llevar un poco de luz a sus mentes y espíritus. 


No se puede poner una carga grande en una bolsa pequeña,
ni tampoco se puede, con una cuerda corta,
sacar agua de un pozo profundo.
No se puede hablar con un político poderoso
como si fuera un hombre sabio.
Si busca comprenderte,
si mira dentro de sí mismo
para buscar la verdad que le has dado,
no consigue encontrarla.
Al no encontrarla, duda.
Cuando un hombre duda,
matará.


La paz es el camino; el camino que han perdido y matan, porque dudan de sí mismos. Sin libertad y dignidad no pueden construir la paz, deben liberarse de sí mismos y respetar el derecho del pueblo palestino a tener un Estado libre e independiente. Sus gobiernos deben cumplir el mandato de constituir dos Estados, que hasta ahora Israel, los EE. UU. y la Unión Europea niegan a Palestina. 

Ser Premios Nobel de la Paz, implica asumir la responsabilidad con la humanidad de construir la Paz entre los pueblos. No la traicionen. 




Buenos Aires, 20 de noviembre del 2012 














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