martes, marzo 20, 2012

“Parusía”, de José Leandro Urbina






Ahí estaba el tipo de Villa Grimaldi, husmeando al público con los bigotes erizados y una Biblia en la mano. Ella se le puso al frente intentando una cara desafiante. Mas él la miró como si no la mirara. De cerca, con la comisura de los labios llena de saliva blanca, le gritó agitando el libro como una pistola frente a sus ojos: “Y los que abjuran del Señor serán castigados, y los que abominan de él serán castigados y los que blasfeman serán castigados, porque él volverá, él volverá para poner orden entre los malditos y los descarriados”.

Ella no se aguantó, a pesar de todos los años transcurridos, sintió que se le relajaban los muslos y se meó ahí mismito en la calle.



en Las malas juntas, 2010









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