domingo, febrero 12, 2012

«Diarios», de Aleksandr Blok

Traducción de Natalia Litvinova





Extractos


7 de enero de 1902 

El aire se volvió imperceptiblemente húmedo y el viento caliente trajo consigo el perfume de las hierbas, un hombre triste con cuerpo del joven Dionisio y cara de asceta arrepentido, iba por el campo. [En los rayos oblicuos del sol poniente aparecía una delicada sombra]. El río, silencioso de día, cantaba confundido una canción melancólica, como si sus aguas liberadas de los penosos y directos rayos del sol regresaran a la oscuridad natal. Los árboles se refrescaron, la hierba tenaz y perfumada  se estiró, la tierra tembló misteriosamente, y después de ella  temblaron todas las vidas — la vida de los pájaros, la de los cuadrúpedos, y la del hombre triste con cuerpo de Dionisio. 




9 de marzo de 1902

En el éxtasis – está el fin.

Decide que tienes que morir, pero piénsalo de antemano. Prepara el revólver o una soga (¡!?). Fija el día.  Un momento antes del suicidio reconcíliate, pelea, trata de distraerte, y entre las distracciones que te invada el corazón, frente a la cruz, o AUN MEJOR — frente a la mujer amada, el juramento de que tal día te matarás. Deshazte de los objetos, habla cosas EXTRAÑAS, principalmente – en presencia de la mujer que amas, para que sospeche algo y esté interesada. El día fijado,  sabiendo que puedes encontrarte con ella y hablarle sin obstáculos, – el éxtasis hará latir la sangre en tus venas. Entonces – haz  lo que necesitas hacer, haz o habla. No te lo impediremos, solo te observaremos. Si te equivocas, nos reiremos, será muy lamentable. Por eso – es mejor de una vez, no confíes en los prefacios. Claro que, si puedes con el prefacio, – será una ganancia, un agregado.

Todo esto lo harás tú, si quieres 1) rápido, 2) probar aquí algo  1) nuevo, 2) grande, es decir — si no tienes paciencia ni fe en lo otro. 




21 de febrero de 1918 

Los alemanes avanzan.

La señorita canta del otro lado de la pared. El canalla la acompaña (mi pariente). Es la sombra débil, el último eco de júbilo de la burguesía.

Si se ha hecho tanto daño en vida, es necesario, al menos, morir honestamente y con dignidad.


*       *       *


15000 con banderas rojas al encuentro con los alemanes y el fusilamiento.

Cajones con bombas y rifles.

Esenin se ha inscrito en el destacamento de combate.

Ya no existe la «política real». Solo queda volar. 




17 de diciembre de 1918

a V. MAIAKOVKY

¡No es así, tovarish!

No menos que usted, odio El Palacio de Invierno y los museos. Pero la destrucción es tan antigua como la construcción, e igual de tradicional. Destruyendo lo que odiamos, nos entristecemos y bostezamos como cuando observábamos la construcción. El diente de la historia es mucho más venenoso de lo que usted cree, la maldición del tiempo es inevitable.

El grito – todavía es un grito de dolor, y no de alegría. Destruyendo, seguimos siendo los esclavos del viejo mundo: quebrantar las tradiciones – es una tradición. Pero sobre nosotros hay una maldición mayor: no podemos dormir, no podemos comer.

Unos construirán, otros destruirán, cada cual tendrá «su tiempo bajo el sol», pero todos serán esclavos mientras no aparezca lo tercero, diferente en igual medida a la construcción  y a la destrucción.


























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