miércoles, mayo 18, 2011

"La mera existencia de la Reina va en contra de toda noción de democracia”, de Morrisey






La visita de la Reina (a Irlanda) es parte de una nueva campaña de Palacio de relaciones públicas para recontextualizar a los Windsor. El mensaje de la Reina será el mismo de siempre: donde nacemos es más importante que lo que logramos en la vida.

Esta idea debe ser recordada por el pueblo irlandés. En la gira de la década de los 80 la Reina apoyó a Margaret Thatcher, al no despedirla siendo que ella había permitido que los huelguistas de hambre murieran en la prisión de Maze; uno de ellos, el más famoso, fue Bobby Sands, que tenía 27 años. Sands murió de hambre en protesta por haber sido etiquetado de "criminal" y no de "preso político", por el gobierno de Thatcher. La Reina siguió sentada en su palacio y no dijo nada. La Reina jamás expresó sentimientos humanitarios hacia la familia de Sands, o las de los demás presos políticos muertos.

El significado completo de la Monarquía es, como la misma Reina, un completo misterio para la mayoría de la gente. Ellos están protegidos por las historias ridículas de trivia y vestidos de novia y romances de jabón, una y otra vez. La declaración más reveladora vino de Christine Jones, Comandante de la Policía Metropolitana el mes pasado, cuando advirtió que cualquier ciudadano británico con pancartas anti-realeza que se "vean en las cercanías de la boda real será retirado, respetando la Ley de Orden Público". Esto significa que cualquier disidencia política en Inglaterra se silencia con el fin de proteger a la familia real, que de por sí va en contra de todo principio de la democracia.

La existencia misma de la reina y su ahora enorme familia -todos mantenidos por el contribuyente británico, quiéralo o no- va totalmente en contra de cualquier noción de democracia, y está en contra de la libertad de expresión. Para obtener una visión amplia histórica de lo que la Reina es y cómo funcionan sus "reglas", basta examinar a Gadafi o Mubarak, y ver si se puede detectar alguna diferencia. Usted no será capaz de hacerlo.

La Reina también tiene el poder de devolver los seis condados de la población irlandesa, lo que permitiría a Irlanda ser una nación, una vez más. El hecho de que ella no lo haya hecho es muestra del fascismo en pleno desarrollo que la caracteriza. ¿Qué otra cosa podría ser? Díganme otro país europeo que esté controlado por su vecino…




en Hot Press, 16 de Mayo de 2011











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