Los ojos de los peces
estaban
siempre mirándonos,
abiertos y voraces,
desmesurados como soles.
Y lo ignoramos
con nuestra ceguera
de gusanos,
atentos únicamente
al dolor del anzuelo.
en Vida, 1987
Revista Descontexto: Arte/política/cultura. A cargo de Carlos Almonte & Juan Carlos Villavicencio.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario