martes, abril 05, 2011

“Desde el almuerzo desnudo, un almuerzo de todos”, de Jaime Retamales






D
espierto (cuerdo) en bastante buen estado de salud,
a no ser por un hígado algo resentido,
y ese aspecto de llevar la carne de prestado;
cuestión que en absoluto me lleva a reflexionar
sobre la pertenencia.
Y si en un tiempo no me visitaron
era que en mí
quedaba muy poco que visitar.
Al menos así era la vociferante oposición:
un grupo de lunáticos
no permitían mi vieja casa de hielo.




en Dominey en la Vía Crotona, 1994















No hay comentarios.: