domingo, marzo 13, 2011

HAARP: de la guerra climática. Textos de Juan Gelman y Benjamin Fulford





De la guerra climática, de Juan Gelman

El Premio Nobel de la Paz 2007 fue compartido, como es notorio, por Al Gore y el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC, por sus siglas en inglés). Es notable que ni en el discurso del ex vicepresidente estadounidense, ni en los informes del IPCC premiados, hubiera una mención al desarrollo de armas climáticas en el que están empeñados los EE.UU. desde hace más de medio siglo. También Rusia y Europa han comenzado esa carrera.

Es un tema que rara vez aparece en las discusiones y/o investigaciones sobre el llamado calentamiento global o efecto invernadero que el planeta padece. En su informe final sobre las alternativas de defensa del país, la Fuerza Aérea norteamericana registra que a fines de los ’40, con la Guerra Fría más caliente que nunca, el Pentágono investigaba ya la posibilidad de instrumentar “formas de guerra climática inimaginables” (csat.au.af.mil, 2005). Esto entraña una tecnología que Washington sigue perfeccionando en el marco del Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia (Haarp, por sus siglas en inglés), establecido en 1992. Que no es broma.

Los fines declarados del Haarp son inocentemente científicos, pero pareciera que más bien se busca lograr un arma de destrucción masiva capaz de desestabilizar el sistema ecológico del mundo. Lo dice el informe citado: “La modificación del clima formará parte de la seguridad nacional e internacional y podría llevarse a cabo unilateralmente... Ofrece una amplia gama de opciones posibles para derrotar o frenar a un adversario... Puede tener aplicaciones ofensivas y defensivas y hasta ser empleada con propósitos disuasivos. La capacidad de generar lluvias, niebla y tormentas a nivel terrestre o de modificar el clima exterior... y la producción de un clima artificial son elementos de un conjunto integrado de tecnologías (militares)”.

En Gakona, Alaska, la Fuerza Aérea, la Marina y la Oficina de investigación de proyectos avanzados de defensa del Pentágono han instalado 180 antenas que funcionan como una sola y son capaces de emitir hasta un billón de ondas de radio de alta frecuencia que introducen una masa ingente de energía en la ionosfera, o capa superior de la atmósfera, que reenvía hacia ésta radiaciones que aumentan su temperatura. Se puede así inducir un cambio en la ionosfera que permite alterar el clima de una zona seleccionada de la superficie terrestre con secuelas desastrosas: lluvias excesivas, inundaciones, multiplicación de huracanes, sequías prolongadas, terremotos, la interrupción del suministro eléctrico y de las comunicaciones por cable, accidentes graves en gasoductos y oleoductos, etc. ¿Será un arma de la guerra geofísica? En el sitio oficial que explica el proyecto puede leerse que “Haarp es un empeño científico destinado a estudiar las propiedades y el comportamiento de la ionosfera, con énfasis particular en su comprensión y su uso para incrementar los sistemas de comunicaciones y de vigilancia, tanto con propósitos civiles como con finalidades de defensa” (www.haarp.alaska.edu). Parece claro.

El economista canadiense Michel Chossudovsky señala que la manipulación del clima permitiría a EE.UU. dominar regiones enteras: “Sería el arma preventiva por excelencia. Se puede dirigir contra países enemigos o ‘naciones amigas’ sin su conocimiento, utilizarse para desestabilizar economías, ecosistemas y la agricultura. Podría asimismo devastar los mercados financieros y comerciales. Una agricultura desestabilizada crea mayor dependencia de la ayuda alimentaria y de la importación de granos procedentes de EE.UU. y de otros países occidentales” (www.theecologist.net, diciembre de 2007). Hay más: sus efectos pueden ser graves para el cerebro y el comportamiento humanos.

El Pentágono hizo pública por primera vez la utilización bélica de las técnicas de modificación del clima en 1974: hacía siete años que con esa tecnología concentraba nubes sobre Vietnam y Camboya para incrementar las lluvias en las zonas seleccionadas, provocar derrumbes de tierra y tornar intransitables las rutas por la que Hanoi enviaba suministros al Vietcong (english.pravda.ru, 15-1-03). Esto condujo a la Asamblea General de las Naciones Unidas a aprobar en 1977 una convención que prohibía “el uso militar u hostil de técnicas de modificación ambiental que causan efectos graves, generalizados y duraderos”. Este principio fue incorporado en el proyecto de convención sobre el cambio climático de la ONU que se debatió en Río de Janeiro en 1992, pero la cuestión se ha convertido en una suerte de tabú. Aunque tácitamente se acepta su existencia, los debates en la ONU se centran en el protocolo de Tokio, que EE.UU. rechaza. The rest is silence.

en Página 12, 2007




acerca de HAARP: ¿Qué es esto?, de Benjamin Fulford (Informe desde Japón)

El año pasado me encontré con Heizo Takenaka, el antiguo ministro de finanzas de Japón, y le pregunté acerca de por qué había entregado el control del sistema de finanzas japonés a un grupo de oligarcas estadounidenses y europeos. Él y su enviado me dijeron que fue porque Japón había sido amenazado con una máquina que provoca terremotos. No lo creí en su momento. De todas maneras, cuando empecé a exponer algunos de sus asuntos, fui informado por la policía de seguridad japonesa que, debido a lo que yo había dicho en sitios como Rense.com, la ciudad de Niigata iba a ser golpeada por un terremoto. Dos días después el reactor nuclear más grande de Japón fue el epicentro exacto de dos terremotos, ambos de magnitud 6,8. Eso era demasiada coincidencia para mí, así es que empecé a investigar y descubrí algo llamado HAARP, y me di cuenta que realmente saben cómo crear terremotos. Lo hacen disparando una microonda de mil millones de watts a la ionosfera -que es una parte de la atmósfera que tiene una gran cantidad de energía- empujándola hacia arriba hasta el espacio exterior y luego haciéndola rebotar. Y la manera en que lo hace puede causar terremotos, como un cantante de ópera puede romper un vaso por cantar a un cierto nivel o al arañar con las uñas una pizarra, sientes una sensación extraña en todo el cuerpo. Si ellos ajustan la vibración a través de la roca dentro del lugar del objetivo, pueden hacer eso. La misma máquina puede también calentar agua subterránea para causar terremotos. Y recuerden, es un microondas de mil millones de watts. ¿Qué le hacen las microondas al agua? La calienta. Ahora bien, imaginen si ponen un millón de watts en una tormenta tropical… podrían hacerla más grande y podrían cambiar la dirección en que se mueve (..); en otras palabras, esta gente es capaz de crear el ciclón que golpeó Myanmar, el tsunami que golpeó Indonesia y el terremoto que golpeó a China.

Luego predije en mi blog que habrían avistamientos de luces que se encontrarían sobre China antes del terremoto y luego esos videos aparecieron en internet, después de que predijese que lo harían. Y, además de esto, un satélite taiwanés detectó un descenso de un 50% en la ionosfera, en la cantidad de energía eléctrica en la ionósfera sobre la zona del terremoto. Ahora, un descenso del 50% sería exactamente lo que pasaría con HAARP: empujaría la ionosfera hacia arriba y luego volvería a arrojarla hacia abajo, de manera que parece que los criminales dementes que han tomado el gobierno estadounidense están matando y amenazando a gente con armas para provocar terremotos. Es lo que parece y de hecho tengo algunas de las pruebas y quiero pedir a los gobiernos de China, Rusia y Japón que revelen al mundo todo lo que saben sobre estas armas y el uso de éstas por las fuerzas armadas estadounidenses. También me gustaría pedir a los estadounidenses leales y a los patriotas en la Fuerza Aérea, que, por favor, bombardeen el generador de energía de las estaciones HAARP en Groenlandia y Alaska, de manera que puedan parar estos asesinatos en masa que ya han matado 500.000 personas. Quizás averigüemos que el tsunami en Indonesia fue causado por ellos, y es posible que así sea, porque el terremoto parecía estar políticamente regulado. Pidieron al gobierno indonés que abriese los estrechos de Malaka y que se uniese en la lucha “contra el terrorismo” y ellos se negaron. ¿Qué pasó entonces? Hubo un tsunami y de repente decidieron cooperar. En Myanmar estaban a punto de tener sus elecciones y llegó un ciclón. ¿Y pueden imaginarse que, convenientemente, las marinas inglesa, estadounidense y francesa, ya estaban preparadas con abastecimientos de comida? Debería tomarles 2 semanas llegar ahí, ¿qué estaban haciendo ahí tan preparados? Y China acaba de tener éxito en conseguir que India con Rusia, Brasil y otros países se unan al acuerdo de la Corporación Shangai y colaborasen con ellos. Por otra parte, Japón tuvo una reunión muy, pero muy amigable con China, donde el Emperador se encontró con el líder chino 3 veces. El Presidente Bush no se reunió con el Emperador japonés en 8 años. ¿Se entiende? Así es que, en otras palabras, Estados Unidos se está quedando aislado y, en vez de ser el policía del mundo, se está volviendo el matón del mundo, el gángster del mundo. Han sido tomados por lunáticos y tienen que ser detenidos, pero no debemos darles ninguna excusa para convencer al público occidental para apoyar una Tercera Guerra Mundial: eso es lo que quieren y no lo van a conseguir.







2010








HAARP






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