sábado, noviembre 13, 2010

"Los fieles del corazón", de Hafez





Cuando oigas la palabra de los fieles del corazón,
            no digas que es un error.
Tú no eres un entendido en la palabra, éste es el error.

Mi cabeza no se inclina ante este mundo ni el otro.
¡Dios sea loado por las rebeliones de nuestra cabeza!

No sé quién habita en el interior de mi corazón cansado,
apagado estoy yo, pero él, en gritos y alborotado.

Mi corazón se ha salido de tono, ¿dónde estás, juglar?
Gime, que en este tono prospera nuestro afán.

Por las cosas de este mundo nunca tuve inclinación.
Tu rostro lo embelleció ante mis ojos.

Por la ilusión que alimento no he dormido.
Tengo la sed de cien noches, ¿dónde está la casa del vino?

Ya que ha enturbiado el cenobio, de mi corazón, la sangre.
Estaréis en lo cierto si me laváis con vino.

Por esta causa me quieren los magos del convento:
aquel fuego nunca se extingue en mi corazón.

¿Qué instrumento tocaba el juglar en aquel tono,
que la mente todavía está llena de su eco?

Anoche la llamada de tu amor resonó dentro de mí.
El ámbito de tu pecho, Hafez, está lleno de sonido.














1 comentario:

Elías Mendi Isasi dijo...

Sobriedad absoluta: Charles B. Nadie como CB para el desenfado y la desconstrucción del yo.