martes, marzo 02, 2010

"La canción nocturna", de Georg Trakl






El hálito de lo inmutable. Un rostro de animal
se petrifica ante lo azul, ante lo santo.
Majestuoso es el silencio en la piedra.

La máscara de un ave nocturna. Tres dulces sones
se desvanecen unidos. ¡Elai!, tu rostro
se inclina mudo sobre azuladas aguas.

¡Oh vosotros, espejos tranquilos de la verdad!
En la sien de marfil del solitario
aparece un destello de ángeles caídos.










Traducción de Aldo Pellegrini












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