domingo, septiembre 13, 2009

"Castigo y caída", de Roxana Miranda Rupailaf







I

El ojo entra en el ojo
que penetra
siendo adentrado también
y confundido en lo líquido
de las visiones.




II

Muéstrame tus hijos.
Los he escuchado gritar contra mi vientre.
Sobre el agua corren con el sol metido en la palabra.
Arderlos quiero,
sentirlos.

Viajar aire en la espalda.
Saltar tus hijos en lo verde.




III

Quiero mariposa rodando a mis aguas.
Húndelas
hasta salirme brazos.
Ruédame la boca
y atórate de sal.
Muérdete las vidas.

Sácame los gritos con sus ojos.
Súbeme al relámpago y estállame.




IV

Beso carne tuya
mezclando lo que de sabores
tenemos a deseo.
Huelo la tibieza de tus piernas
y la proximidad del vuelo.
Contengo la lengua y la palabra
que giras mientras entras.

Lamo ojos tuyos en que verme
sostenida
en mariposa que se tensa.
Siento desprenderse los colores
en ríos que se salen con sus
gritos.
Subo sobre el fuego para piel
acabar viento en el respiro.




V

La diosa montada en tu sol
desarma la trenza
en tu vientre
y se deja cortar el ombligo
por espada de agua.
Los ojos le emergen
hasta asfixiar el aire que sobra
en espacio de cuerpos.




VI

Entre los ríos
tú asomas la cabeza.
Gritas en mi grito de inundarnos.
Empujo hasta la plenitud
del verte.

Parado ahí
y ensangrentado.

Dispuesto a correr fuera de mí
y en dirección contraria.





en Revista El Puñal, abril 2009










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