viernes, julio 24, 2009

“La vejez del Sátiro”, de Efrén Rebolledo






a Luis Barreda




Junto con los silvanos juguetones
animó las florestas sosegadas
y enseñó a las sonoras enramadas
a repetir sus rústicas canciones.

A la sombra de verdes pabellones
desfloró pudorosas hamadriadas,
y corrió tras las ninfas espantadas
al par de los centauros garañones.

Hoy el soplo glacial de los inviernos
ha doblado las puntas de sus cuernos,
su flauta de carrizos está muda,

y lleno de pesares y congojas,
al mirar una náyade desnuda
suspira de impotencia entre las hojas.






en Cuarzos, 1902











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