jueves, junio 04, 2009

“Pequeña época de gloria”, de Martín Cinzano






1

Tuvo su pequeña época de gloria
estaba jodido leía escribía le mostraba la cara
a cosas que nunca creyó arrastrar consigo
mientras
las botellas rodaban
los amigos cesantes desaparecían
las películas y los libros
se consumían solos
no recuerda gran cosa de ese año
nada importaba mucho sólo era una vida en fragmentos
(una vida hecha pedazos),
su pequeña época de gloria
y ha sido, dice, lo mejor
viajaba en el metro sin mirar las estaciones
volvía a casa por las noches
como un intruso
se miraba en el espejo
y no lo reconocía, o sí
—un tipo extraño, un cuerpo ausente, entrando al cine—
pero siempre, al final,
cerraba los ojos
y reía.



2

Ramalazos: cuando el tren chirriaba
y los voces todas ellas tan inútiles se apagaban
presentían el terror más felices
buaaaaammmm!!
Gloria, pequeña época suya llena de espanto
se bajaron los pantalones sin pensarlo
casi dormidos —¿estaban borrachos?—
gloria: estaban en pelotas, Metro Estación Niños Héroes
sólo que ya no existían ni la ciudad ni el miedo
ni la profilaxis
simplemente eran el último vagón del metro
ingenuos y sentimentales
los rieles los tubos las ratas
el tren chirriaba completo
y él te daba, gloria, una última embestida
entre dos chispazos de oscuridad.





Inédito


Fotografía: Daido Moriyama










1 comentario:

Anónimo dijo...

una vez me encontré una billetera con 100 dolares en el metro de santiago. luego me quede dormido y desperte con el tren en sentido inverso. ahora me entero que trafican marihuana desde la puerta de los vagones. pasan cosas en los metros......