miércoles, diciembre 12, 2007

“Máximas y pensamientos”, de Chamfort (1741-1794)






- E
l mundo físico parece la obra de un ser pode­roso y bueno que se vio obligado a abandonar la ejecución de una parte de su plan a un ser malig­no. Pero el mundo moral parece ser el producto de los caprichos de un diablo que se volvió loco.


- Los azotes físicos y las calamidades de la natu­raleza humana hicieron necesario el gobierno, y el gobierno se agregó a los desastres de la naturaleza. Los inconvenientes de la sociedad hicieron nece­sario el gobierno, y el gobierno se agregó a los de­sastres de la sociedad. Esta es la historia de la naturaleza humana.


- Hace siglos que la opinión pública es la más malvada de las opiniones.


- La esperanza no es más que un charlatán que nos engaña incesantemente. Para mí, la felicidad sólo comienza una vez que se la ha perdido. Yo pondría con mucho gusto sobre la puerta del Pa­raíso el verso que el Dante puso sobre la del In­fierno: Lasciate ogni Speranza, voi ch'entrate.


- Para tener una idea justa de las cosas, hace falta dar a las palabras una significación opuesta a aque­lla que les da el mundo. Misantropía, por ejemplo, quiere decir filantropía; mal francés quiere decir buen ciudadano, que denuncia ciertos abusos mons­truosos; filósofo, hombre simple, que sabe que dos y dos son cuatro, etcétera.


- El matrimonio y el celibato tienen sus inconve­nientes. Es conveniente preferir a aquel cuyos in­convenientes no son irremediables.


- El amor gusta más que el matrimonio, por la misma razón que hace que las novelas sean más entretenidas que la historia.


- Cuando se considera que el producto del tra­bajo y de la inteligencia de treinta o cuarenta siglos ha servido para entregar trescientos millones de hombres repartidos sobre el planeta a una treintena de déspotas, en su mayoría ignorantes e imbéciles, cada uno de ellos gobernado por tres o cuatro per­vertidos, algunas veces estúpidos, ,qué pensar de la humanidad, y qué esperar de ella para el por­venir?


- Los reyes y los sacerdotes han proscrito la doc­trina del suicidio, tratando de asegurar la duración de nuestra esclavitud. Nos quieren tener encerra­dos en una cárcel sin salida. Como ese malvado, en el Dante, que hace amurallar la puerta de la prisión que encierra al infeliz Ugolin.









1 comentario:

Jordim dijo...

Un blog muy interesante, me ha enganchado..

http://jordim.wordpress.com/